A por mi nuevo amigo pokemon.

La profesora se encontraba combatiendo contra un Hitmonlee, parando con los brazos las patadas del Pokémon. Al ver a la muchacha hizo un gesto al Pokémon, que se detuvo y transformó en Ditto, el cual parecía enfadado.

- No te preocupes Ditto, luego seguimos - las ropas de la profesora estaban rotas donde quiera que miraras, y su larga cabellera parecía de leona - Discúlpame, estaba en mitad de una investigación. Quieres tu primer Pokémon, ¿eh?

Se acercó a una mesa y agarró un folleto, el cual le ofreció a la joven.

- Toma pequeña, esto te lo puedes quedar. Aquí te indica todos los Pokémon de los que dispongo para tí puedes decidir macho o hembra.

Se lanzó al suelo bruscamente para descansar.

La profesora estiró los brazos para después levantarse con algún gruñido. Se acercó a la inmensa estantería repleta de Pokéballs y agarró una de ellas. De los cajones cogió el resto de material.

- Esta será tu Pokédex. Te convierte en entrenador oficial, por lo que no olvides llevarla encima si vas a combatir en un gimnasio Pokémon. Pulsando este y este botón obtendrás información de los Pokémon que veas, y a este otro te indicará los ataques que conocen tus Pokémon. Y esto son 5 Pokéballs vacías.

Sonrió ampliamente de repente, ahora venía la parte que tanto le gustaba. Le entregó la Pokéball.

- Y esta es tu Piplup. Los Piplup son muy orgullosos, pero en cuanto cogen cariño con su entrenador obedecen sus órdenes sin rechistar y les defienden ante cualquier cosa. Sus plumas le protegen en las altas temperaturas, y pescan de maravilla. Todo esto son características generales, cada Pokémon es como es - puso sus dos manos en "V" -. Pasadlo de p... em... muy bien en vuestra aventura.